En enero, jóvenes africanos de varios países iniciaron en la Casa de formación misionera de la SMB en Harare (Zimbabue) la primera etapa de su camino dentro de la Sociedad Misionera de Belén. Acogidos por el equipo formador, se comprometieron con la vida comunitaria: oraciones, estudios bíblicos y misioneros, trabajos manuales y vida de compartir. Entre ellos debía incorporarse un candidato procedente de Asia: Arulpragash, originario de Sri Lanka. Retrasado por circunstancias ajenas a su voluntad, finalmente se reunió con sus hermanos en Harare, donde completó con éxito esta primera etapa de la formación. Aquí tenéis su testimonio, que nos complace compartir con vosotros, amigos de Étoile de Bethléem.
Soy Arulpragash, de Sri Lanka, y tengo el honor de ser el primer candidato asiático aceptado por la SMB. Desde mi infancia, sentí un llamado a servir a Dios sirviendo a los más pobres. Al descubrir en Facebook – Étoile de Bethléem – las reflexiones diarias de la SMB, me identifiqué con su carisma: humildad, celo misionero y amor por los olvidados.
Conmovido por su compromiso de llevar el Evangelio hasta los confines del mundo, me atreví a escribir al P. Ludovic Nobel, superior general, para manifestar mi deseo de unirme a ellos. Para mi gran alegría, recibí su respuesta el 28 de octubre de 2023, fecha aún más simbólica porque coincide con el aniversario de matrimonio de mis padres.
Tras consultar con las autoridades eclesiásticas locales y realizar las verificaciones necesarias, el Consejo General de la SMB me aceptó oficialmente como candidato.
El P. Ludovic luego me invitó a iniciar el aprendizaje del francés, con miras a un diploma eclesiástico en la Universidad de Friburgo (Suiza), cuna de la sociedad.
Completé mis cursos en mayo de 2024 y solicité una visa para Suiza, que lamentablemente fue denegada. A pesar de esta prueba, recibí un nuevo impulso cuando el P. Ludovic me invitó a Zimbabue, uno de los territorios de misión de la SMB en el África austral, para comenzar allí mi formación inicial.
El 10 de febrero de 2025, así comencé en Harare mi año de Community Experience junto a mis hermanos africanos.
Vivir en la casa de formación de la SMB ha sido una enorme bendición. Siendo el único asiático, descubrí allí una verdadera fraternidad: la oración, el estudio, el trabajo manual y el compartir las comidas revelaron el sentido profundo de la vida comunitaria. A pesar de nuestras diversas culturas, el amor de Cristo y nuestra misión común nos unían; su alegría y su fe me inspiraron profundamente.
Después de casi dos años de espera, finalmente conocí al P. Ludovic en persona el 15 de abril de 2025, durante su visita canónica. Ese encuentro fue una profunda confirmación de mi vocación. Su humildad, su profundidad espiritual y su pasión misionera me dieron una visión clara de la vida a la que estoy llamado. Lo vi no solo como superior general, sino como un padre espiritual que encarna el espíritu de Belén: simplicidad, presencia y amor por todos.
Ese encuentro marcó un giro decisivo. Hoy estoy más convencido que nunca de que Dios me llama a seguir a Cristo en el carisma de los Misioneros de Belén.
Mi corazón arde con el deseo de llevar la luz de Cristo a quienes viven en las tinieblas y de caminar al lado de los sufrientes y los olvidados – tal como lo hicieron los primeros misioneros de Belén.
¿Te gustaría saber más sobre la vida misionera en la SMB? Descubre nuestro carisma, nuestras etapas de formación y los valores que nos animan.
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